Andrés Cueto no da tregua ni descanso a los técnicos y funcionarios de Coraasan.
Pensé en que «escobita nueva barre bien», cuando llegó a la institución luego de cuatro años en Edenorte.
Sin embargo, no ha sido así. Cueto es conocido por la intensidad del trabajo como militante político y esa agresividad la ha llevado a las instituciones públicas.
Cuando llegó a Coraasan decidió que las dificultades que no eran muy urgentes, se resolvieran en horas de las noches para no afectar el movimiento vehicular de la ciudad.
Hoy día, dirigir a Coraasan es un tremendo desafío y Andrés Cueto, como político ducho, lo sabe más que yo. Ahí también pensé que era una medida populista y que sería momentánea, pero hasta ahora no ha sido así.
Llega a su despacho antes de las ocho de la mañana y la mayoría de los días de la semana se va a las calles hasta altas horas de las noches.
En trabajo, es difícil caerle atrás a Cueto y eso lo están viviendo los técnicos y funcionarios de Coraasan.
Sin horas de descanso, andan en barrios, urbanizaciones y comunidades periféricas dando la cara en la solución de los problemas que atañen a la institución
Va bien y tiene las condiciones y el liderazgo para salir airoso.