Héctor Acosta: el primer artista dominicano en ganar la Senaduría dos veces de manera consecutiva

 

 




Con su virtual triunfo como senador en la provincia Monseñor Nouel, Héctor Acosta se convierte en el primer artista dominicano en ganar un escaño en la senaduría del país de manera consecutiva.

De ser un torito en el merengue (es su apodo artístico), Acosta ha demostrado ser un toro en la política.

Durante estos cuatro años, el popular cantante pudo combinar su carrera en los escenarios con su compromiso político como senador.

"El Torito" obtuvo su victoria en medio de rumores sobre su estado de salud, situación que en parte él mismo confirmó cuando en enero pasado reveló que requería tratarse asuntos de salud que requerían de atención médica inmediata.

Los comentarios sobre su condición médica continuaron durante todo el presente año 2024, pero los resultados electorales demostraron que no causaron ningún efecto en su contra.

Su decisión de ser senador en representación del Partido Revolucionario Moderno (PRM) fue, según dijo, porque la provincia donde nació y creció se había quedado rezagada.

"Mi provincia merecía un cambio, no veía los avances, no teníamos las instituciones que debería tener una provincia", comentó a la agencia EFE el intérprete de exitosas bachatas como "Me voy", "Mi niña", "Me duele la cabeza", "Perdóname la vida", entre muchas otras, al recordar por qué incursionó en la política.

Para él, se trata de evitar que su provincia “vuelva al retroceso después de lo que hemos avanzado y las demás propuestas (que significan) volver atrás".

El artista asegura que pese a sus cuatro años en el Senado, la política no le ha enamorado y que la música sigue siendo prioridad.

"Hay cosas de la política que no me gustan. No soy político, soy un comunitario, me gusta servir a la gente, al más necesitado. No estudié Ciencias Políticas, pero sí estudié en la calle el saber la necesidad que tiene un pueblo y cómo puedes ayudarlo sin tener que ser corrupto ni robar el dinero del pueblo", señala.

De la política dice que ha aprendido que los seguidores de los artistas "son más sinceros, más fieles, más reales.

"La política se presta para muchas cosas y los seguidores se pueden ir de tu lado. En la música no. Los fanáticos del Torito tienen 32 años siguiéndolo, venga quien venga", expresó.

También afirma que ha tenido el respeto de dominicanos que militan en otros partidos "porque he tenido el privilegio de cantar a todos", así como de los senadores de la oposición que han apoyado propuestas suyas en la Cámara Alta.

A pesar de su proselitismo, insiste en que su prioridad es la música "y no la he soltado en estos años" y si el pueblo no hubiese apoyado su reelección "le dedico entonces (a la música) las 24 horas los siete días de la semana".

Héctor Elpidio Acosta Restituyo, nombre completo del artista, nació un 23 de mayo, hace 56 años, en Bonao. Es hijo de Elpidio Acosta y Zeferina Restituyo.

Incursionó en la música tras participar en el coro de la iglesia San Antonio De Padua. Otra gran escuela fue la agrupación musical Los Gentiles, también de Bonao.

En 1989 conoció a Gerardo Díaz, conocido como El Toro, quien se convirtió en su manejador. Dos años después, el 4 de mayo de 1991, nació la orquesta Los Toros Band, de la que Héctor fue el cantante principal y líder.

Después de 15 años en la agrupación decidió formar su propio grupo y lanzarse como solista con notable éxito en las últimas dos décadas.

Su recorrido en la política viene desde su juventud como simpatizante del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y posteriormente pasó a pertenecer al Partido Revolucionario Moderno (PRM).

En 2016 se presentó como candidato a la senaduría de Monseñor Nouel. Sin embargo, se retiró de esta candidatura y se postuló en 2020, año en que ganó la candidatura por Monseñor Nouel.

Sus inquietudes sociopolíticas las acentuó a con el auge de las redes sociales.

Antes de anunciar sus intenciones políticas para la senaduría en 2020, generaba algunas controversias al ofrecer sus opiniones sobre temas de interés social, lo que generaba unas veces el aplauso y otras tantas criticas.