La doctora Mirna López considera la salud pediátrica como un reto y dijo que cada día el personal debe especializarse para garantizar una atención integral
La doctora Mirna Josefina López Francisco se define como una mujer tímida, pero con la fortaleza para enfrentar los retos que se le presenten. Desde muy joven soñó con ser médica y dirigir un hospital para servir a los niños más desposeídos y disminuir la brecha de desigualdad sanitaria. Ella tiene una historia de amor por los niños, por su familia y por el trabajo.
Su intención de estudiar medicina la define como una necesidad, no un capricho, es por eso que desde que fue designada directora del Hospital Regional Doctor Arturo Grullón su servicio se convirtió en la fuerza impulsora de una importante mejora en la atención ofrecida por el centro de salud, como lo es la habilitación de aulas hospitalarias para que los niños, niñas y adolescentes ingresados no se vean obligados por sus circunstancias a interrumpir la escuela.
Además, su compromiso con las mujeres corre a la par del contraído con la niñez, porque para ella son innegociables sus derechos a una vida sin violencia, a decidir sobre su cuerpo y su sexualidad, a tener las mismas oportunidades laborales y a optar por la profesión que satisfaga su proyecto existencial.
1. INFANCIA HERMOSA
Nací en el emblemático sector de Los Pepines en Santiago, soy la segunda hija del matrimonio de la chef Josefina Franco, quien por años trabajó en el Restaurant El Pez Dorado, y Fernando López, que era zapatero. Pese a la humildad y las precariedades, mis hermanos y yo vivimos una infancia hermosa, crecimos en un hogar dirigido por el amor, la comprensión, valores, sueños de superación y trabajo. Mis hermanos y yo somos profesionales y es que mi papá, pese a ser pobre, nos hablaba de la dignidad y lo importante de superarnos. Desde los 15 años acepté a Dios en mi corazón, crecí en un hogar de personas creyentes, cristianas evangélicas y decidí aceptar al Señor como mi Padre, Guía y Salvador. Es tanto así que estoy segura de que vivir con Dios en mi corazón me ha ayudado a cumplir mis sueños. En la actualidad estoy congregada en La Casa Misionera, Misiones Dominicanas”.
2. DE GRAN FORTALEZA
Estudié en el liceo público Onésimo Jiménez, porque mi papá y mi mamá no tenían dinero para pagarme un colegio. Era muy tímida, pero mis calificaciones eran mi esperanza de cumplir mis sueños y logré graduarme en el bachillerato con honores. Desde muy joven soñaba con ser médica, dirigir un hospital para servir a los niños más desposeídos y disminuir la brecha de desigualdad sanitaria y dedicarme a la medicina fue la manera más inmediata de hacerlo, y trabajé duro para lograrlo. Recuerdo que mi familia y maestros cuando hablaba de mi sueño de ser médico me desanimaban, no tenía los recursos para pagar la universidad y mi madre temía que viniera a estudiar a la UASD por las protestas y movilizaciones de entonces. Ella también creía en las anécdotas de que a las estudiantes les hacían daño. Como no tenía recursos para costear mis estudios en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, opté por un crédito educativo, mi sueño lo veía más cerca. Mi madre hizo gestiones con la Fundación Doctor Avelino Jacobo K, dirigida por Nuris Jacobo de Espinal, fue un momento memorable el día que llamaron para decirme que aceptaron mi ingreso al área de medicina de la Pucamaima. Todavía estoy pagando ese crédito, pero lo hago con satisfacción. Me gradué en Medicina General en 2006 y mi Residencia en Pediatría en 2012. También hice una especialidad en Nutrición en 2014 y cursé una maestría en Salud Pública en 2020. Hacer la Residencia Médica fue lo más difícil, porque para entonces estaba embarazada y enfrenté varias complicaciones”.
3. REGALO DE DIOS
En 2008 decidí formar mi propia familia. Mi esposo es el pastor evangélico Kenyi Matos, él es mi compañero, un amigo, formamos un buen equipo. Hemos forjado un matrimonio guiado por el Señor y basado en la comprensión, comunicación y obras humanitarias. Cuando cursaba la residencia médica en este hospital enfrenté fuertes dificultades de salud, pero Dios me bendijo con el embarazo de mi hija Keymi Matos. Mi embarazo fue un gran reto, desarrollé una serie de complicaciones como diabetes, presión arterial alta, incluso mis médicos hablaban de aborto, no garantizaban nada, pero nunca perdí la fe y hoy mi hija es una adolescente excelente, tiene 13 años, ella es un regalo de Dios”.
La doctora Mirna López se define como una mujer tímida, pero con la fortaleza para enfrentar los retos que se le presenten.
4. MOMENTOS DIFÍCILES
En mi vida hay dos momentos difíciles de narrar, dos momentos inolvidables. Es muy difícil para mí hablar del fallecimiento de mi padre hace 6 años, un cáncer le quitó la posibilidad de seguir apoyándome en el recorrido por la vida y de ver concretar los sueños que desde pequeña me escuchaba narrar. Otro de los acontecimientos difíciles fue la muerte de mi madre hace dos años por complicaciones cardiacas, se contagió de Covid y falleció dejándome un gran vacío. A mi madre la consideré una gran amiga que trabajó incansablemente para ayudarme a crecer, tanto en lo emocional como profesional”.
5. VOCACIÓN DE SERVICIO
Cuando era directora Regional de Salud, opté por la dirección del Hospital Infantil Arturo Grullón y logré que me eligieran. Aunque el otro cargo era más alto, siento que aquí puedo aportar algo nuevo a mí país, es muy importante para mí servir y ayudar. Al frente del Arturo Grullón hemos creado programas para mejorar la atención, en el hospital nosotros comemos la misma comida que se hace para los pacientes, porque si no podemos comer esa comida, por qué dársela a ellos, hay que dar un servicio igualitario para todos y así hacer la diferencia. El sistema de salud dominicano tiene leyes, pero no se cumplen a cabalidad, hay carencias y ahí está el reto. Nos enfocamos en ver lo que podemos mejorar con lo que tenemos y eso hemos hecho. Sin tener que construir un edificio nuevo creamos las áreas de neurodesarrollo para identificar los niños con posibilidad de hiperactividad, autismo, entre otras condiciones, tenemos un equipo médico que da seguimiento y orientación a esos casos, un área enfocada en la atención integral de las adolescentes para prevenir los embarazos, contamos con profesionales que van a las escuelas, además creamos líderes en cada centro educativo que identifican a las compañeras que están embarazadas y las refieren al hospital para darles asistencia. Tenemos el espacio de Salud Ocupacional para atender al personal, como es un hospital pediátrico cuando a un empleado le pasaba algo había que salir con él a un centro, pero ahora no, porque contamos con un personal capacitado para esos casos”.
La doctora Mirna López desde muy joven soñó con ser médica y dirigir un hospital para servir a los niños más desposeídos
6. JORNADAS MÉDICAS
Mi esposo y yo dirigimos una fundación, apoyados con el personal de salud del hospital. Si el paciente no viene al hospital nosotros salimos a buscarlo, realizamos jornadas médicas en comunidades de escasos recursos. Los padres que trabajan de 8:00 de la mañana a las 4:00 de la tarde no pueden traer sus hijos a una consulta, nosotros vamos a esas comunidades con un personal médico pediátrico compuesto por psicólogos, nutriólogos, odontólogos, dermatólogos, entre otros especialistas. Le hacemos actividades recreativas, de diversión, le cantamos canciones de la iglesia y todo lo necesario para hacer la diferencia frente a esos pequeños y la comunidad”.
7. SERVICIO PÚBLICO
Siempre me he preocupado por el bienestar de la familia y la adicción de los jóvenes por los equipos electrónicos y reconozco lo nocivo que estos resultan para la salud emocional. Pensaba en esos muchachos que quedan solos en la casa pegados a los celulares y tabletas, entonces me inventé un campamento en el hospital con 30 jóvenes para que estos pudieran involucrarse en el servicio público, hice las gestiones y lo armamos. Esos muchachos trabajaron en el archivo, en la cocina, entre otras áreas del hospital de 8:00a.m. a 4:00 p.m. Los primeros días les daba dolor de cabeza y mareos, pero a la semana ellos mismos entregaban los celulares de forma voluntaria cuando llegaban al hospital. También, los llevamos al Palacio Nacional, a Coraasan, otras entidades venían a darle charlas. Los desconectamos de la tecnología y ya están preguntando si lo vamos a repetir y eso es bueno”.
Desde los 15 años, la doctora Mirna López aceptó a Dios en mi corazón
8. RETOS EN LA PEDIATRÍA
La salud pediátrica es un reto, cada día el personal debe especializarse para garantizar una atención integral, una capacitación continua es necesaria, el médico sale bien preparado pero debe formarse continuamente, por eso este es un hospital especial, un referente de salud, aquí el personal de enfermería, los cocineros, camilleros, todos no solo trabajamos con el paciente, sino también con los familiares, deben estar preparados emocionalmente cuando se enfrentan a una situación en la que tienen que hablar con el familiar, nos vemos en situaciones que tenemos que calmarlo. No nos podemos cansar de hablar y concientizar a los familiares de la condición de salud del niño o la niña, debemos cumplir cada protocolo si queremos ver su evolución y sanación”.
9. LOGROS
Desde que llegué como directora del Arturo Grullón gestioné el aumento del número de camas, el acondicionamiento del área de emergencia y la remodelación del triaje de emergencia con la implementación de una consulta priorizada. Reparación de sonógrafos y rayos X y el mantenimiento de los equipos de hemodiálisis que tenían largo tiempo fuera de función. Conseguimos realizar jornadas quirúrgicas de otorrinolaringología, cirugía general, ortopedia, urología, gastro, oftalmología, maxilofacial y labios leporinos. Uno de mis objetivos desde que llegué fue disminuir la espera de los pacientes que tenían cirugía programada, para ello conformamos el Comité de Medicina Transfusional, acuerdo intersectorial con las universidades Pucmm, Utesa, fundaciones y voluntariados de Santiago con la finalidad de fortalecer las aulas hospitalarias para que los pacientes ingresados por diferentes condiciones de riesgo de salud tengan continuidad a la escolarización. Además, conseguimos la entrega de un nuevo banco de sangre, la creación de los comités de Prevención y Control de Infecciones Asociadas a la Atención de Salud (Ciaas) y de Discusión de Casos Clínicos y Mortalidad”.
La doctora Mirna López recibió la Medalla al Mérito de la Mujder Dominicana de manos del presidente Luis Abinader y la ministra de la Mujer Mayra Jiménez.
10. UN GRAN RETO
He sido premiada en varias ocasiones. Además de la presidencia de la República, he recibido reconocimientos por parte de instituciones que han reconocido mi labor, premios que defino como un reto para seguir trabajando a favor del país. Para la Medalla al Mérito fui postulada por el personal de enfermería del hospital, es difícil explicar la sensación de orgullo y sentimiento al ser condecorada por el presidente de la República Luis Abinader en el Día Internacional de Mujer, sentí una extraordinaria satisfacción. Ese premio lo dedico y comparto con tantos profesionales, mujeres que en este mismo hospital hacen una labor maravillosa. Escogerme a mí entre tantos médicos, es un orgullo que se me hace difícil describir. Puedo mencionar una cantidad de personas que merecen ese premio, mujeres que han dedicado toda su vida al servicio”.
PROYECTO
Aspirante a diputada
La doctora López Francisco habla de su interés de llegar al Congreso Nacional, debido a que dentro de sus proyectos figura ser diputada. “Mi interés por ocupar esa posición no es solo por la parte política, sino porque entiendo que podemos legislar, estar en un lugar donde pueda hacer una propuesta de políticas públicas y que alguien me escuche, de trabajar para eso”.
La especialista en Nutrición y en Salud Pública considera que desde el Congreso su voz se va a escuchar, por eso quiere llegar a la Cámara de Diputados, “desde donde podemos hacer grandes transformaciones. Por eso mi deseo de llegar al Congreso”.
SUPERACIÓN
«Mis hermanos y yo somos profesionales y es que mi papá, pese a ser pobre, nos hablaba de la dignidad y lo importante de superarnos”.
FORTALEZA
«Cuando cursaba la residencia médica enfrenté fuertes dificultades de salud, pero Dios me bendijo con el embarazo de mi hija Keymi”.
SERVICIO
«Mi esposo y yo dirigimos una fundación, apoyados con el personal de salud del hospital. Si el paciente no viene al hospital nosotros salimos a buscarlo”.
LOGRO
“Desde los 15 años acepté a Dios en mi corazón, crecí en un hogar de personas creyentes, cristianas evangélicas y decidí aceptar al Señor como mi Padre, Guía y Salvador. Él me ha ayudado a cumplir mis sueños”.
Fuente elcaribe