CRÓNICA DE MI MUERTE ANUNCIADA. Así como la de Santiago Nasar, en la novela de Gabriel García Márquez, mi muerte está anunciada.




El miércoles 25 de Mayo, y de forma reincidente, estos dos hermanos me amenazaron de muerte delante de mi esposa y mi hijo de 4 años.


La razón? Tienen el sector Colinas Frescas, en Haina, en sosobra con un escándalo insoportable con música a alto volumen a cualquier hora de la madrugada, mientras que la policía Nacional de Haina NO HACE NADA (El coba no llega a Haina). 


Nosotros, como gente que trabaja, debemos dormir y les hemos llamado al cuerpo que se supone es del "orden" para que detenga el desorden y esto ha provocado que nos amenazen a mi y a mi esposa en varias ocasiones, por la misma complicidad policial que son quienes les filtran quien hace la denuncia. 


La del miércoles 25 de Mayo fue la gota que derramó el vaso. Borrachos, amanecidos (y quién sabe qué más), a las 7:40 de la mañana cuando bajamos a llevar a nuestro bebé a la escuela, estos dos antisociales de forma provocadora le faltaron el respeto a mi esposa de manera grosera. Y muy a pesar de eso ella intentó mediar para que dejaran las provocaciones.


Cuando le digo a ella que nos vayamos, que no "pierda el tiempo", AMBOS la emprendieron contra mi, intentando entrar a mi parqueo y agredirme a pesar de yo tener a mi pequeño al lado.. 


Se pone peor: Ponemos la querella y se decide enviar a un equipo de la policía "a mediar". Para mi sorpresa, luego de eso me entero de UNA FUENTE DE ENTERO CRÉDITO, que uno de los policías que fueron enviados les dijo textualmente a los agresores: "partele la boca, pero no por aquí, en otro sitio para no levantar sospecha".


Eché la rueda de la justicia a correr. Pero, mientras llega el día debo lidiar con el riesgo de recibir en cualquier momento un atentado. 


Quiero dejar claro que: Lo que sea que me ocurra a mí o a cualquier allegado, hago responsables, de forma material o intelectual, a los mencionados: Christofer García Mora (a) Cuco y Cheltonfer García Mora (a) Lilí. Y por extensión a algunos miembros de la Policía Nacional de Haina. 


Mientras tanto, el sistema me falló: Debo lidiar con complicidades de algunos miembros de la policía y por el otro lado con la paciencia, casi pasiva, del Ministerio Público. Ojalá y no me convierta yo en una víctima más, leída por un colega en otro noticiario.