Un avión tuvo que aterrizar de emergencia en el Aeropuerto Internacional Las Américas (AILA) después de haber despegado una hora antes desde esa terminal.
Los pilotos detectaron una falla en el sistema de balanceo de las alas (SLAPS), por lo que optaron por quedarse dando vueltas en el perímetro para gastar el combustible y luego aterrizar.
Al percatarse de la situación, la terminal desplegó sus dispositivos de emergencia: ambulancias, bomberos y autobuses.
Los 168 pasajeros que iban en la aeronave fueron evacuados sin mayores inconvenientes, y actualmente se encuentran el área de pasajeros de paso, esperando otra aeronave para volver a su destino.
El vuelo 391 con destino a Nueva York, de la compañía Delta Airlines, aterrizó sin mayores consecuencias.