Guzmán de 38 años de edad, fue acuchillado mortalmente el 9 de marzo, pero murió la semana pasada en el hospital y la policía desató una cacería para ubicar la pista de los sospechosos, que no han sido identificados.
El señor Virgilio Guzmán, papá del muerto, describió a su hijo como un pacificador, lo que lo llevó a interferir en la pelea, en la que participaban numerosos revoltosos que aparentemente salieron de la discoteca, situada en el sector Inwood del Alto Manhattan.
“Que se entregue, es lo que yo le pido, porque él lo hizo sabiendo que estaba quitando una vida y mi hijo no merecía que le quitaran la vida de esa forma”, añadió el padre de la víctima.
El momento del asesinato no figura en la cámara de vigilancia de la cuadra y la policía está distribuyendo docenas de volantes requiriendo la cooperación de la comunidad y ofertando una recompensa del fondo del programa “Alto al Crimen” por información confidencial.
“Alguien de los que estaban ahí presentes y vio lo que pasó, que nos hagan el favor de llamar a la policía para dar cualquier información”, dijo por su parte Martín Guzmán, hermano de la víctima.
Deploró también entre sollozos, que su hermano haya sido asesinado en esa circunstancia, “porque él, no se merecía eso”.
En la imagen de la cámara de seguridad, se aprecia a los numerosos combatientes, enfrentándose a los puños, patadas y con objetos contundentes, en los alrededores de la discoteca, pero el momento exacto en el que Guzmán fue apuñalado.
La hermana, que no dio su nombre, señaló que “lo hizo como siempre que separaba peleas de sus amigos y eso fue lo que lo llevó a la muerte; dijo la joven.