SANTIAGO.- Un muerto y por lo menos cuatro personas heridas fue el resultado de una balacera protagonizada temprano en la mañana de este sábado, en el parqueo del Hotel Matum, de esta ciudad, al salir de una discoteca que opera en ese establecimiento.
La víctima fue identificada como Joel Torres Muñoz, de 30 años, quien se dice había regresado el viernes de los Estados Unidos, con el objetivo de pasar las navidades con sus familiares.
El hecho se produjo cerca de las 7:00 cuando los participantes en la balacera salieron de la discoteca Tabú donde, según testigos, sostuvieron un altercado verbal y decidieron resolver el asunto a tiros en el parqueo.
Hasta media mañana de este sábado solo se había logrado establecer que cuatro personas fueron impactadas por disparos, incluyendo una cuyo estado de salud es delicado.
El fiscal adjunto Miguel Ramos, adscrito a la Dirección de Investigación Criminal (DICRIM) de la Policía en esta ciudad, informó que en el escenario de los hechos fueron hallados por lo menos 30 casquillos de balas de diferentes calibres.
En el sitio se pudieron observar varios vehículos que estaban estacionados y que fueron alcanzados por algunos de los proyectiles.
El cuerpo sin vida de Torres Muñoz fue llevado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) de esta ciudad, donde se le practica una autopsia, en tanto que los heridos se encuentran internos en diferentes clínicas de aquí.
El centro de diversión se hallaba abierto a las 7:00 de la mañana, acogiéndose a la disposición del Ministerio de Interior y Policía cuyo incumbente, Ramón (Monchy) Fadul, anunció en noviembre pasado que las restricciones para la venta y consumo de bebidas alcohólicas quedaban suspendidas desde el 10 de este mes y hasta el 8 de enero.
La medida beneficia a las actividades que se realizan en bares, discotecas, colmadones, drinks, restaurantes y lugares de expendio de bebidas alcohólicas.
Cuando Fadul dio a conocer el levantamiento de las restricciones, dio garantía de que se incrementaría la vigilancia en los citados negocios, a los fines de prevenir y evitar acciones que atenten contra la seguridad de los ciudadanos y el orden público.
El documento de Interior y Policía de entonces advertía que no se permitirá la entrada a esos establecimientos públicos de personas con armas de fuego y que los dueños de esos negocios serán responsables de mantener el orden y velar porque se cumplan con las normativas vigentes.