Justin Bieber parece haber entrado en un bucle infinito de problemas con la justicia. Si la semana pasada era en Miami donde era arrestado, hoy les hablamos de una nueva detención, pero en su Canadá natal. Los hechos por los que fue arrestado se remontan al 30 de diciembre.
Ese día, preseuntamente, el cantante habría agredido al conductor de su limusina. Han sido las autoridades policiales las que han emitido un comunicado para explicar que Bieber agredió al chófer cuando este recogió a cinco personas y al cantante a la salida de un club nocturno.
El abogado del ídolo juvenil le ha defendido con otro comunicado de respuesta en el que asegura que es inocente y que, de ser ciertos, estaríamos ante una infracción menor.
Bieber, que se presentó de manera voluntaria en la comisaría donde permaneció algo más de dos horas, va a tener que comprarse una agenda para apuntar sus citas con la justicia. Si por este episodio tendrá que prestar declaración el próximo 10 de marzo, antes, el 14 de febrero, deberá hacer lo propio por su detención cuando conducía ebrio de la semana pasada.
Viendo que en Canadá tampoco se comporta como les gustaría a los ciudadanos de a pie, la cosa se complica para él si, finalmente, la petición de la deportación de Estados Unidos sale adelante.