La proliferación de vallas publicitarias en la que exhiben mujeres semidesnudas, con miradas y poses insinuantes, colocadas en todo el casco urbano de la capital dominicana, se ha convertido en parte habitual del paisaje con el que debe coexistir el ciudadano, sin importar que esos anuncios contengan publicidad morbosa, que atenta contra las normas y buenas costumbres de la sociedad.
Pese a que existe un organismo que regula la instalación de dicha publicidad en los espacios públicos, resulta común encontrar este tipo de propaganda en el territorio dominicano.www.dominicanoshoy.com